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viernes, 21 de mayo de 2010

Otra vez Arizona

Cuando estuve en Estados Unidos, tuve la oportunidad, por razones de estudios, de conocer una buena parte del noreste de ese país.  Recuerdo que me impresionó no sólo la belleza natural que rodea las costas, la inmensidad de sus bosques coniferos y la belleza de sus pueblos que mantienen un poco la historia escrita en las paredes de sus casas, en los muros de sus iglesias, en las lápidas de sus cementerios; sino que además me impresionó con que reverencia recuerdan su historia. No hay pueblo, por muy pequeño que sea, por el que uno pase que no tenga algún lugar histórico que visitar. Y allí uno escucha retazos de historia que permiten ver como, viendo y estudiando el pasado, construyeron su presente y caminan al futuro.
Pero algo está cambiando.  Vientos fuertes, de tormenta llegan desde el sur, desde Arizona, y nublan la razón y el entendimiento de gente que en ese tiempo demostraron ser solidarias y humanas.  Fue en Nueva Inglaterra, en esos cinco Estados del Noreste, donde miles de esclavos encontraron refugio para escapar a Canadá y ser libres. Allí desfilamos muchos centroamericanos, chilenos, uruguayos, argentinos, paraguayos, en busca de apoyo y solidaridad en época de la represión militar latinoamericana. Y allí la encontramos.  Allí nacieron muchos de los movimientos de solidaridad con nuestros países que cabildearon frente al congreso de Estados Unidos para parar la ayuda militar a países que, por el simple hecho de pensar diferente, masacraban a su gente.
Por eso me sorprende ahora saber que llegan esos vientos tenebrosos de Arizona y nublan la razón de quienes recuerdan, firmemente, y día a día, como construyeron sus Estados con la fuerza de migrantes. En Rodhe Island confundieron el camino: 5 congresistas estatales o no han estudiado la reacción de rechazo porvocada por la ley SB1070 de Arizona que criminaliza la migración, o verdaderamente se olvidaron de su propia historia. Todos ellos tienen apellido que  indica que, en alguna época de la historia,  alguien de su familia, fue migrante: Palumbro, Jaqcard, Gablinske, Ucci y Trillo.  Todos apellidos de migrantes que hoy quieren criminalizar a otros migrantes.  Ellos han presentado la iniciativa de ley H8142, que es una copia fiel, según nos cuentan, de la ley xenófoba de Arizona, la SB1070. 
Y al igual que en Arizona, cometen un error histórico.  Espero que esta vez Latinoamerica escuche con atención las alertas tempranas. Espero que esta vez los Gobiernos del Sur cierren filas y demanden el fin del racismo y la xenofobia contra nuestra gente. No nos equivoquemos: estas leyes están destinadas a frenar la migración latinoamericana.  ¿Hasta cuando entenderán en el norte que el camino para detener la diáspora latina no es la represión y la condena, sino el esfuerzo coordinado y responsable por superar la desigualdad, la pobreza y el abandono de nuestra gente?  Leyes como la SB1070 y la propuesta H8142 no son el camino ni la solución. No nos callemos, mantengamos el rechazo y el repudio a estas leyes, porque la dignidad humana no se negocia, se defiende.


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