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miércoles, 18 de agosto de 2010

La Olla de Cangrejos

Este país es así, una verdadera olla de cangrejos. Basta que una persona tenga la capacidad, el conocimiento y liderazgo en un tema para que todo mundo se le eche encima y trate de hundirla hasta el fondo de la olla. Y algo así está pasando con el movimiento de derechos humanos en Guatemala. Y uno debe preguntarse seriamente las razones que se tienen para que se actúe de esa manera, se destruya lo bueno que se tiene y prefiramos seguir en la cloaca en que nos tienen sumidos entre el crimen organizado, la corrupción y la incapacidad gubernamental, que dejar que gente buena nos ayude a salir de ella. A mi podrán molestarme actitudes y comportamientos de ciertas personas, pero no por ello trato de denigrarlas, de hundirlas o de atacarlas. Con muchas personas he tenido mis diferencias, pero eso no resta que tenga la entereza de reconocer sus cualidades y respetar sus liderazgos. Ideológicamente puedo no compartir su visión del mundo, pero mientras demuestren consistencia, honradez y dignidad, no tengo problema en aceptarlas como son.  A lo que si le huyo es a los corruptos, a aquellos que se cambian de partido como cambiarse de calzoncillo, a los oportunistas y a los asesinos.
Escribo esto en función de los ataques deleznables, porque no hay otra forma de calificarlos, a los que se ha visto expuesto recientemente Frank la Rue, actual Relator Especial de la Libertad de Expresión de la Organización de las Naciones Unidas, por el caso de la toma de la granja penal de Pavón en 2006, y el rol que él, como Comisionado Presidencial de Derechos Humanos jugó en ese momento. Y no lo escribo por los artículos escritos por gente de la "clica del muso" como yo llamo a ese grupo neoliberal (neendertal realmente) de columnistas que escriben en los medios de comunicación. De ellos era de esperarse. Ni lo digo por el consorcio de televisión abierta y radios propiedad de un mexicano cuyo nombre no vale la pena mencionar que controla el monopolio de la televisión abierta, que pone y quita candidatos y que paga elecciones para mantener sus privilegios. De es grupo también era de esperarse. No, lo digo por los "líderes" del movimiento de derechos humanos que se han dado a la tarea de atacarlo sin escuchar su versión de los hechos.
Decía que de la "clica del muso" no me sorprende, porque ellos aprovecharán cualquier oportunidad que tengan para atacar a una de las personalidades que luchó, contra viento y marea por lograr que en Guatemala se estableciera la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala -CICIG- a la que tanto resquemor y temor le tienen (vaya usted a saber por qué). De hecho uno de los más destacados capos de esa clica bautizo a la CICIG como el monstruo de Frank-Stein, en referencia a la lucha frontal que Eduardo Stein y Frank La Rue mantuvieron por lograr que la CICIG se hiciera una realidad. Si, esa misma CICIG que mucho criticaron algunos y algunas "líderes" del movimiento de derechos humanos, y que hoy la aplauden. 
Tampoco me sorprende que los ataques contra la figura de Frank la lidere el grupo del Mexicano, porque, en su rol de Relator Especial ha sido claro y frontal en criticar los monopolios informativos como atentatorios contra la libertad de expresión y como un riesgo para la democracia. Entonces no les queda más que tratar de atacar al ex funcionario para ver si así logran su cometido de censurar al Relator Especial. Y bueno, ahora que lo pienso, no debieran sorprenderme los ataques lanzados por algunos y algunas dirigentes de sociedad civil, porque fueron las mismas personas que lo atacaron cuando libró la batalla por CICIG, ya que lo acusaron de estar avalando una "Comisión sin dientes".´
Lo curioso es que son esas mismas personas, que tanto criticaron la "Comisión sin dientes" quienes hoy alaban -y muy justamente- el trabajo de CICIG. Y los ataques lo dirigen contra él, acusándolo de usurpación de funciones en el caso de la toma de Pavón, argumentando que quiso suplir las funciones del Procurador de los Derechos Humanos. Nada está más alejado de la verdad. La presencia de personal de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos -COPREDEH- durante la toma está más que justificada en el mandato de la misma, y que contempla el papel de asesoría, en materia de Derechos Humanos al Organismo Ejecutivo.  El problema radica en que quienes coordinaron la toma del centro penitenciario no permitieron la entrada de observadores de la Procuraduría de Derechos Humanos, lo cual si es ilegal, pero eso ni fue solicitado por Frank, ni él estaba en posiciones de mando como para ordenar que no se permitiera el ingreso. Esa decisión correspondió, única y exclusivamente a la cúpula del Ministerio de Gobernación. 
Y para quienes no lo saben, el personal de COPREDEH, al igual que lo que sucedió con Giammattei, no fueron autorizados a entrar al centro penitenciario sino bastante tiempo después que se dio la toma (los vídeos de los mismos canales que hoy lo atacan pueden corroborar lo que aquí digo).  Dicen que Frank usurpó funciones porque emitió un comunicado donde afirmaba que, durante la toma se habían respetado los derechos humanos de los reclusos.  ¿En que basó sus afirmaciones Frank? Uno, en los informes que se emitieron por el personal de COPREDEH que estaban en terreno (Frank no lo estaba, él llegó mucho tiempo después acompañando al ex presidente Berger); dos, en testimonio de algunos reos que aseguraron haber sido tratados con respeto y sin violencia por las fuerzas de seguridad, y tres, en reportajes de los mismos medios de comunicación que hoy lo atacan.
Tiempo después, bastante después, salió el informe de la Procuraduría de Derechos Humanos que afirma que en la toma de Pavón "hay indicios" (así dice el informe) que pudieron haber sucedido ejecuciones extra judiciales. Y yo no digo que eso no sea cierto.  Pero si las hubo, quienes las perpetraron tuvieron mucho tiempo para alterar la escena del crimen, toda vez que no dejaron ingresar a nadie al centro penitenciario sino mucho tiempo después de la toma, bajo el argumento que no era seguro para personal no policial o militar.  Por ello es que creo que las investigaciones deben realizarse,pero que las acusaciones sin sentido deben evitarse. No vaya a ser que después todo resulte, como bien lo afirma el Cardenal Rodolfo Quezada Toruño, una cortina de humo para tapar los graves desaciertos de este gobierno. y sobre ese tema hay mucha tela que cortar. CICIG está investigando, lo cual es bueno. El Ministerio Público debe probar en un juzgado que, efectivamente, si ocurrieron ejecuciones extra judiciales. Y deberá probar los grados de responsabilidad de todos los imputados. Mientras tanto, nadie es culpable, hasta que no se pruebe lo contrario. Pero en Guatemala crucificamos al inocente más fácilmente que los antiguos romanos. Así de sedientos de sangre parece que estamos.
Conozco a Frank. Con él hemos recorrido un largo camino por defender y promover los derechos humanos. En ese caminar juntos hemos tenido nuestros acuerdos y desacuerdos. Hemos trabajado juntos y hemos decidido también, en algunas ocasiones, no hacerlo. Y porque lo conozco me atrevo a defenderlo. Porque conozco la integridad, el compromiso y la honestidad de su accionar, me atrevo a meter las manos al fuego por él. Y me pregunto, quienes hoy lo atacan sobre supuestos ¿tendrán la solvencia moral que él si tiene y se ha ganado a pulso y a riesgo de su propia vida? Definitivamente, esas personas no son más que los cangrejos en lo más profundo de la olla.


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