¿No te ha pasado que un día cualquiera te levantás con todo el ánimo de hacer las cosas que siempre hacés, de escribir ya sea un poema, una historia, un análisis, pero te das cuenta que no importa cuanto exprimas la materia gris, las ideas salen a cuentagotas? ¿No te ha pasado que tenés tres o cuatro temas sobre los que querés escribir, pero por mucho que te esforcés ninguno te sale como te gusta? Bueno, eso me pasa hoy. Quiero escribir sobre los problemas de salud (pasa que en Guatemala está, o al menos hasta ayer estuvo el relator sobre derecho a la salud de la Organización de las Naciones Unidas) o sobre el Acuerdo de Asociación (y sus asimetrías) firmado ayer por la Unión Europea y Centro América. O tal vez sobre la violencia cotidiana que nos sigue agobiando, o sobre el desastre ecológico que estamos propiciando... pero por mucho que me esfuerzo, ningún tema me queda bien. Y concluyo por aceptar la realidad de este día:
¡LA INSPIRACIÓN SE FUE DE VACACIONES!.
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